Podemos enseñar aquello que practicamos.
Hace ya 10 años me embarqué en un viaje sin retorno, recogiendo trocitos de mi corazón tras un desamor y con años de terapia que parecían no dar fruto, me fui a Mexico a aprender de mi maestro Marcos Jassan. Allí practiqué, aprendí, pero sobre todo vivi una transformación que sigo integrando a día de hoy.
Empecé a conocer no solo mis pensamientos sino mi cuerpo, cómo me boicoteaba a través de una respiración bastante superficial y como me relacionaba con los otros desde la razón sin escuchar mucho a mi corazón, no fuese que me lo rompiesen otra vez.
Recuerdo la vuelta de ese viaje como si hubiese sido una peregrinación de años, mi propia Odisea, en la que aunque volviese a casa, yo nunca sería la misma; mis terapias, mi trabajo y mis relaciones, tampoco. Así empecé a compartir aquello que tanto bien me había hecho; no solo una secuencia de posturas, sino que a mis pacientes les compartía ejercicios de respiración y trabajo energético; también mis terapias se volvieron más corporales…ahora en vez de preguntarle a mis pensamientos, escuchaba a mi cuerpo y las creencias que este albergaba.
Poco a poco fui creciendo en este arte , en este estilo de vida que es el yoga, su filosofía y su práctica a través de su tecnología.
Es por este viaje que quiero compartir esta tecnología contigo, quiero que aprendamos junt@s y compartir Yoga desde el principio.
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También puedes escuchar más de este viaje y mi visión del yoga en este capítulo del Podcast de mi querida Macarena Chiriboga Inspiring change.