Se habla mucho del dejar ir, hoy vengo a hablarte del sostener.
Estamos transitando unos tiempos en los que todo esta en constante cambio a unas velocidades vertiginosas, y dejamos ir, dejamos ir… y nos vaciamos… y de pronto llega el ¿quién soy? ¿Qué hago aquí?….
Escucho mucho ésto últimamente, pero pocas propuestas para sostener lo que se queda; lo que si deseamos conservar en nuestra vida; regenerar, revivir.
Con el equinocio de primavera asomando por la esquina; como la naturaleza, estamos por reverdecer, florecer, expandirnos y comenzar un nuevo ciclo como lo hace el calendario astrológico occidental en estas fechas.
Nuevos comienzos, como si no hubiésemos tenido bastante… Se que estas cansada, se que estas confundida.. pero sostén, quédate ahí… respira y haz espacio interno para lo que llega.
EStamos programados para una huida hacia delante, hacia el siguiente estímulo, la siguiente aventura… y sostener todo esto, sostenernos en todo este movimiento hace que a veces pasemos de puntillas por la vida, como si no nos perteneciese el momento presente.
Y este momento es el que te toca vivir ahora; mejor, peor; es el que habitamos… No te escapes al pasado, al futuro; quédate aquí. Siéntelo. Siéntete. Abraza aquello que vives: las sorpresas, la incertidumbre, las oportunidades, la desesperación, la ilusión y los miedos; abraza y sostén el cambio, las transformaciones internas y externas.
Estáte ahí para ellas. Se eso se trata la magia. De tener lo ojos y el corazón bien abierto para ella. Si nos escapamos a cualquier otro lugar, intentamos controlar esa transformación que nos esta viniendo dada… se nos escapa el momento presente, el regalo presente en este momento; en este instante.
Sostener tus emociones y hacer algo con ellas; sostener el caos y la confusión mental , sostener la incertidumbre de la circunstancias, sostener lo desconocido que se presenta.
Porque sostener no se trata de cargar con un peso indefinido … se trata de estar ahí para ello; como quien acompaña a un/a niñ@ hasta que se le pasa la rabieta; como quien acompaña un proceso de estudios hasta su finalización, como quien acompaña a un amig@ en un duelo; como quien se hace cargo de sus finanzas y se propone hacer algo con ellas.
Sostener no es esperar a que las circunstancias cambien; se trata de no mirar a otro lugar más que al que habitas… sólo así , reconociendo tu realidad; emocional, física y espiritual; puedes hacer algo con ella.
Sostener.
Cómo vas a transformar tu intención, esa que pides al universo, a Dios o a tu práctica, en una afirmación que empieces a practicar aquí y ahora? Encárnala, sosténla. Sostente.